Enrique Mosconi
Militar argentino (1877-1940). Alcanzó el grado de general de división. Se graduó de ingeniero civil en la Universidad de Buenos Aires y de ingeniero militar de la Academia Técnica de Prusia. Fue el promotor y organizador de la explotación integral del petróleo en la Argentina. En 1922 se lo designó director general de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, cargo que desempeñó durante ocho años. Promovió la construcción de la monumental destilería de La Plata, inaugurada en 1925; llevó adelante la electrificación de Comodoro Rivadavia y echó las bases de una flota de buques tanque. Obras: “El Petróleo Nacional”, completo estudio de la industria desde el hallazgo del mineral, en 1907, hasta el gran crecimiento de las explotaciones, y “Dichos y Hechos”.
Enrique Mosconi y la defensa de YPF
Fue un tenaz defensor de los intereses petrolíferos nacionales durante los ocho años que permaneció como director de la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Supo impulsar a la nueva empresa, no sólo multiplicando su Enrique Mosconi producción sino dotándola de la estructura necesaria para el cumplimiento de sus objetivos básicos. Luego de una prestigiosa carrera militar, el general Mosconi dedicó su accionar a tratar de conseguir una política que permitiera resultados positivos para el país. En su libro El petróleo argentino y la ruptura de los trusts petrolíferos inglés y norteamericano el 1º de agosto de 1929, expuso sus ideas centradas en una política de “puerta cerrada” y monopolio estatal que –según su palabras- “terminará con la lucha entre los trusts e YPF”.
En ese sentido, Mosconi afirmó: “Dos organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan intereses antagónicos, destinados a vivir en una lucha de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatista. Para asegurar para nuestro país la riqueza petrolera debe en cararse a fondo la cuestión, siendo ello imposible de lograr mientras el Estado no monopolice íntegramente la explotación de sus yacimientos”.
Al memorar su ejemplo –un ejemplo vigente para estos días-, vale la pena recordar aquella sentencia en la que afirmó: “Es bueno vitorear a la Patria, pero es mejor ayudarla a vivir contribuyendo a su engrandecimiento y bienestar”.
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